Hace un par de domingos escuché en la eucaristía la Parábola de los Talentos, un texto que tal vez hemos escuchado muchas veces, pero que en esta ocasión me llegó de forma especial al corazón, cuestionándome la forma en que estoy valorando todo lo que Dios me ha dado. Comencemos por el principio. Por si acaso no la recuerdas o no la has escuchado recientemente, permíteme contarte sobre qué trata esta parábola (Mateo 25, 14 - 30): Un hombre muy rico se va lejos y les deja a sus siervos sus talentos, a uno 5, a otro 2 y a otro 1. El que tenía 5 logró conseguir otros 5 y el que tenía 2 consiguió otros 2, pero el que tenía 1, por miedo, mejor decidió enterrarlo bajo tierra, de forma que cuando llegó el dueño de todo, este no tuvo nada que entregarle o presentarle. ¿Muchos o pocos talentos? Antes cuando escuchaba esta parábola me parecía un poco "injusto" el hecho de que unos recibieran más que otros, y hasta intentaba justificar al que había enterrado su talento pensando q...
Un espacio dedicado a fortalecer nuestra fe en Dios, reflexionar en su palabra y crecer en el amor.