Escribo este artículo en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, día que me parece propicio para reflexionar sobre la naturaleza y realidad del pecado, pero también, sobre la gracia de Dios que nos permite vencerlo. Esto no es que me lo haya inventado yo, es la Iglesia la que nos invita a esto en su liturgia. En la primera lectura vemos a Adán y Eva luego del pecado original, cuando comieron del fruto prohibido engañados por la serpiente, pero ahí mismo, vemos la prefiguración de María (La Mujer) y Jesús (su descendencia), quienes vencen definitivamente a la serpiente, al pecado. Y vemos en el Evangelio de Lucas, el inicio del cumplimiento de estas promesas con la anunciación del Arcángel Gabriel a María. Pero no nos adelantemos. En este artículo no nos vamos a quedar en lo anecdótico, vamos a analizar cuáles fueron los errores de Eva y cuáles las buenas prácticas de María, para que aprendiendo de ambas podamos dejar de caer en el pecado. Ahora sí, comencemos... Ada...
Un espacio dedicado a fortalecer nuestra fe en Dios, reflexionar en su palabra y crecer en el amor.