Cuando va terminando el año, nos ponemos más reflexivos, más trascendentales, retomamos preguntas que teníamos tiempo que no hacíamos, volvemos a enseñanzas y reflexiones que teníamos tiempo sin revisar.
En estos días me pasó algo parecido, retomando una enseñanza que escuché en PROARCA, un Congreso de Jóvenes Profesionales que organiza la Arquidiócesis de Cartagena. En esta, el predicador nos hacía caer en cuenta de 3 NECESIDADES que de una u otra forma todos nos tenemos, preguntas que nos hemos hecho y que desembocan en UNA SOLA RESPUESTA.
1. Tenemos la necesidad de TENER UNA HOJA DE RUTA. Sentimos la necesidad de caminar, pero no tenemos claro hacia dónde. Nos da miedo tropezar, nos da miedo estar corriendo demasiado o estar avanzando demasiado lento. Nos desorientamos cuando debemos elegir entre 2 caminos, nos desesperamos cuando el camino se pone difícil.
2. Tenemos la necesidad de TENER RESPUESTAS. Todo nos lo preguntamos, queremos saber los QUÉ, los POR QUÉ, los PARA QUÉ, los CÓMO de todas las cosas. Las respuestas que da el mundo no nos llenan por completo, siempre tenemos sed de algo más, sentimos que las cosas SON más allá de lo que creemos que SON.
3. Tenemos la necesidad de TENER UN PROPÓSITO DE VIDA. Sentimos que estamos llamados a algo, pero no sabemos para qué. No sabemos si somos un accidente del universo o si estamos aquí con un propósito. Descubrirlo es imperioso, no descubrirlo nos genera angustia, nos deja un vacío.
A estas tres necesidades Jesús nos da una respuesta, o dicho de forma más precisa: JESÚS ES LA RESPUESTA A ESTAS TRES NECESIDADES.
Ante nuestra necesidad de tener una hoja de ruta, Jesús nos dice YO SOY EL CAMINO.
Ante nuestra necesidad de tener respuestas, Jesús nos dice YO SOY LA VERDAD.
Ante nuestra necesidad de tener propósito, Jesús nos dice YO SOY LA VIDA.
Juan 14, 6: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí."
Que bien le hace al alma recordar esto en especial en este año que inicia. Que si hacemos propósitos con Jesús, andaremos por un camino seguro. Que si le entregamos nuestras dudas, él mismo las responderá. Que si nos abrimos a su Espíritu, descubriremos el propósito de nuestra vida, más aún, Él será vida en nosotros.
¡Feliz Navidad y bendecido 2024!
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