QUERIDA AMAZONIA: Reflexiones sobre la última Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco.
Hola a
todos. Ya avanza el segundo mes del año 2020 y el Papa Francisco nos ha traído
un nuevo documento para seguir alimentando nuestra vida de fe. Se trata de la Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida
Amazonia”, la cual surge como resultado de las reflexiones del Sínodo que
tuvo lugar entre el 6 y el 27 de octubre en Roma.
Este
artículo pretende reflexionar en algunas ideas que me parecen maravillosas para
nuestra vida de fe, las cuales van más
allá de solo invitarnos a cuidar el ambiente geográfico de la Amazonia,
sino que son aplicables al mundo entero. Al finalizar, te dejo un link donde
podrás leer y descargar la exhortación para que puedas sacar tus propias
conclusiones y reflexiones para tu vida de fe.
4 sueños para la Amazonia (y para
el mundo)
En este documento, el Papa Francisco abre su
corazón, a la luz de las reflexiones del sínodo e, inspirado por el Espíritu
Santo, nos propone 4 sueños para la Amazonia (y para el mundo entero): un sueño
social (donde se promuevan los derechos de los más necesitados), un sueño
cultural (donde se reconozca la diversidad de la belleza humana), un sueño
ecológico (donde se cuide con celo la belleza natural) y un sueño eclesial (con
comunidades comprometidas con la evangelización).
A continuación,
hablaré un poco más de cada una.
Un sueño social
El drama
social que se vive en la Amazonia y en el mundo entero es gigante. En este
contexto se necesita una voz profética que denuncie los flagelos que se ven,
que saltan a la vista, que están ahí, pero que a veces ignoramos.
Las
injusticias son muchas, en especial contra aquellos que han sido desplazados de
sus territorios por motivos económicos, porque grupos ilegales o empresas
legales han entrado a explotar comercialmente aquellos lugares, destruyendo los
vínculos sagrados que los unen a ellos.
Es necesario
que todos, y repito, todos, nos indignemos por lo que pasa. Es decir, esto nos
tiene que doler hasta el alma. Porque son vidas que se pierden cada día por la
ambición del hombre, son comunidades que se destruyen e instituciones que se
degradan.
En este
escenario se vuelve vital que podamos, entre todos, conversar para buscar
mejores alternativas, desde lo social, lo político lo económico, para mejorar
el acceso a los derechos de todas las personas, los pobres, los excluidos, los
desplazados, los migrantes. Todos aquellos rostros sufrientes de Cristo que hoy
claman por algo de justicia. ¡Llegó el momento de gritar! Trabajemos juntos por
un mundo y una Amazonia mejor.
Un sueño cultural
El asunto es promover la Amazonia, pero esto no implica colonizarla culturalmente
sino ayudar a que ella misma saque lo mejor de sí.
Esta misma frase del papa puede
aplicar a toda la humanidad. No se trata de homogeneizar, sino de que la luz de
Cristo tome muchos matices, de acuerdo a la cultura, pero manteniendo la unidad
del mensaje de Cristo.
Esto aplica de forma especial para
todos esos pueblos y culturas que nos parecen más extraños, y que por eso
atacamos y demonizarmos, sin entrar a reconocer toda la riqueza de sus tradiciones.
¡En ellos la luz de Cristo puede tomar un brillo especialísimo si se inculca
con amor! Ya que:
“A través de un territorio y de sus características Dios se manifiesta,
refleja algo de su inagotable belleza”.
Un sueño ecológico
“Abusar de la naturaleza es abusar de los ancestros, de los hermanos y
hermanas, de la creación, y del Creador, hipotecando el futuro”.
El Papa Francisco actualiza en esta exhortación
el llamado que hacía en la carta encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la “casa
común”. Un deber de todo cristiano y de todo hombre. Un llamado a cuidar el agua,
como recurso valioso y necesario para la vida; a cuidar los árboles, pulmones
del planeta; al cuidado de los animales; nuestros compañeros de camino y a
cuidar, en general. Cada regalo que Dios nos ha dado.
“¿No se venden
cinco pajarillos por dos monedas? Pues bien, ninguno de ellos está olvidado
ante Dios”. (Lc 12,6).
Es aquí necesario que nos planteemos
un desafío adicional, y es el siguiente: ¿Cómo educaremos a las futuras
generaciones y reeducaremos a las presentes para que cuidemos de mejor manera
nuestro planeta?
Un sueño eclesial
“La Iglesia está llamada a caminar con los pueblos de la Amazonia” … y los
del mundo entero.
Ante todos los desafíos que tiene la
amazonia y, en general, el mundo actual, podemos responder con programas
políticos y sociales, pero nunca podemos olvidar nuestra apuesta de fe. No
podemos avergonzarnos de Jesucristo, sino anunciarlo a todo hombre y mujer que
tenga oídos prestos para escucharnos.
Ya lo decía el Papa alguna vez. Si la
iglesia no predica a Cristo se convierte en una ONG y la iglesia no puede ser
una ONG. Todo hombre y mujer tiene el derecho a escuchar el mensaje de
salvación, el Kerigma. El cual ya el Papa había profundizado en su anterior
exhortación Christus Vivit, capítulo 4 (que puedes leer en este link).
Para poder anunciar correctamente el
evangelio en los lugares más lejanos (y eso incluye en tu casa, con tus
vecinos, con tu familia), debemos abrirnos en escucha y diálogo con el otro,
que no desprecia la cultura al otro, sino que la recoge y lleva a la plenitud,
a la luz del evangelio.
“Una fe que no se haga cultura es una fe no plenamente acogida, no
totalmente pensada, no fielmente vivida”.
Espero que estas breves reflexiones te
animen a leer más sobre este documento que nos deja nuestro Papa Francisco.
Puedes encontrarlo aquí.
Mi oración contigo.



Bien por esa Lucho, Dios te acompañe y abre bien los ojos
ResponderBorrarMuchas gracias 😇.
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